Cada vez están más cerca las elecciones presidenciales acá en Perú. Y ya uno se da cuenta cómo van floreciendo como flores en primavera los afiches de propaganda. Letras horriblemente pintadas en cuanta pared libre encuentren. Alan por ahí...Lourdes por allá...y nunca falta el "Sí cumple". jaja..ja
Un cartel que me llamó la atención fue el de Javier Diez Canseco. Lo malo es que no le he podido tomar foto (eso me recuerda que tengo que juntar mi platita para mi celular con cámara), pero es un cambio radical de su imagen de político serio y amargado--a un candidato con la reluciente sonrisa (básica para todo afiche político) Javier Presidente!!! se escuchará entonces..pero en ese momento no me tragué la sonrisa falsa, forzada, es más me parecía grotesco. Sin embargo, el poder del bombardeo publicitario es ciertamente grande. La decimosegunda vez que lo vi me parecía todavía grotesco, aunque para mi terror, un poquito (apenitas, lo suficiente para notarlo) menos.
¿Algún día me parecerá normal? No lo sé, la sola idea me hace sentir una sensación extraña. Vulnerabilidad. Me hace sentir manipulable y manipulado. Los publicistas tienen una gran responsabilidad en sus manos. Espero poder dormir.
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